GENERACIÓN DE HIERRO

Esta pintura cuenta, a través de la mirada de una chica de 23 años, la historia de un viaje de esos en los que convergen varias líneas del tiempo en un solo punto del espacio. Dos amigos de 21 años viajan de Toledo a Salamanca en un Range Rover del 89 a rescatar un Mini del 71.

Este Mini, que ha estado 10 años abandonado en el sótano de una nave, será el primer coche de uno de estos chicos. Un vehículo con tanta historia y tantas historias por vivir. Esta historia es una buena metáfora del papel de los jóvenes en esta sociedad, reubicando todas las piezas de un rompecabezas que nos han legado, proyectándonos al futuro sin abandonar nuestro pasado. Una historia de sostenibilidad, de no dejar que las cosas que ya existen mueran, porque mantener también es cuidar el planeta, y de memoria histórica, de nuestra forma de comprender el pasado para implementarlo en la construcción de un mejor futuro.

Una historia de ilusión. De cómo nuestra llamada “generación de cristal” es en realidad una generación de hierro, una generación que vive cambios muy intensos y aprende a navegar por ellos como quien cambia de marcha en la caja de un clásico con doble embrague.