Dos veinteañeros trabajando en un coche de 66 años un viernes de madrugada. La generación que solo sabe salir de fiesta pero la más preparada y con más estudios. En un mundo donde se tiran cosas porque ya no hay quien las repare los jovenes aprendemos a hacerlo por nuestra cuenta. Dedicando tiempo a cuidar nuestro mundo, a mantener la historia y a hacerla nuestra. Aprendiendo como vivían nuestros abuelos y nuestros padres a nuestra manera. Aprendiendo a rescatar coches, a arreglarlos en casa y a mantener el pasado vivo incluyéndolo en nuestro futuro.